30 octubre 2017

Flatpack

Linux Mint anuncia que la versión 18.03 dispondrá de Flatpack, otra forma de instalar los programas.

Ubuntu ha seguido ese camino y ha adoptado como solución Snap.

En el blog de la página oficial de Linux Mint se comentan algunas de las cuestiones que ha llevado a la adopción de esta herramienta.

Hasta el momento, cuando instalamos nuestra distribución, se instalan las direcciones de los repositorios que se tendrán en cuenta para la instalación de nuevos paquetes y para actualizar los que ya están instalados. Es cierto que las nuevas versiones de algunos programas no aparecen hasta que estén incluidas en esos repositorios y sucede, a menudo, que algunas aplicaciones tardan 1, dos y hasta 5 años en aparecer.



Los usuarios tenemos otras opciones, como instalar un paquete .debian o a través de una app casi siempre de terceros. Este tipo de instalaciones, en ocasiones, pueden provocar problemas debido a dependencias no cumplidas o incompatibilidad entre librerías (versiones), cuestiones que pueden provocar errores en el funcionamiento del programa instalado y de otros programas que compartan dependencias.

Flatpack y otras herramientas solucionan este problema, la idea, como se señala en el blog de LM, es instalar y ejecutar el software de forma aislada, en su propio entorno, separado del sistema operativo. Al descargar e instalar un paquete este incluye todo lo necesario para que la aplicación funcione.

Flatpack no está sujeto a ninguna distribución concreta, ni a un entorno de escritorio. Esto supone que los distintos sabores de LM dispondrán de Flatpack.

Flatpack usa una tecnología de sandobox que previene exploit y aumenta la seguridad del software frente a aplicaciones maliciosas. El código de las apps queda aislado del resto del sistema.

Esto nos permitirá disponer de manera más rápida de las últimas versiones de nuestros programas.

Por otra parte podemos tener instaladas dos versiones del mismo programa. Esto nos permitirá probar y comparar las mejores de la versión más moderna frente a la que estamos usando. Flarpack y Snap tienen puntos comunes, uno de ellos es una técnica de compresión de datos para eliminar copias duplicadas de datos repetidos.

Por supuesto que la opción del Gestor de Aplicaciones no desaparece, como tampoco la opción de instalar un paquete .deb con GDebi, o añadir un repositorio con app.

Steam ha adoptado este sistema para la descarga de sus juegos y parece que el resto de desarrolladores y comunidades optarán por este sistema. Aún no hay muchas aplicaciones, pero se espera que rápidamente se vaya incorporando más software.

No cabe la menor duda que para usuarios que empiecen con Linux Mint esto supondrá una ventaja en cuanto a la facilidad para instalar programas.

Se que algunos se estarán diciendo "esto se parece a la instalación de programas en Windows", bueno, la respuesta es que sí, se parece. Pero por otra parte me parece una postura coherente.

Lejos de la guerra de cifras, parece que las distribuciones Linux aumentan sus instalaciones. Es una buena noticia, los usuarios van perdiendo ese miedo (injustificado) a Linux. Los escritorios son sencillos e intuitivos, se ha conseguido un alto grado de configuración: temas, barras, iconos, colores, etcétera.

La oferta de LM en cuanto aplicaciones es fantástica. El software libre va ganando terreno, es decir usuarios, incluso usuarios de Windows utilizan GIMP, VLC o LibreOffice en sus ordenadores.

El sistema sigue siendo seguro y estable, con actualizaciones periódicas del Kernel. Todo ello, y me parece lógico, produce un acercamiento de muchos usuarios a nuestro sistema. Lamentablemente, intereses económicos y políticos, son los que frenan el avance de Linux en espacios como la Educación y la Administración Pública.

Todo se andará, estoy seguro de ello.

Saludos cordiales.

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